7 de junio de 2012

Sobre mi experiencia con el Sistema Montessori

Hace tiempo vengo pensando en ésta entrada, quiero compartirles lo que ha sido mi experiencia como mamá en el Sistema Montessori. Para empezar he de confesar que me encantan todos y cada uno de los materiales con los que se trabajan, estoy plenamente convencida de que éste método; llevado de una forma adecuada puede desarrollar el potencial de los niños de forma sorprendente.

Los tres primeros años de mi hijo en éste sistema fueron maravillosos, Emiliano tuvo la oportunidad de asistir a la escuela Montessori desde los 2 años. Fue acogido por guías que le brindaron cariño, conocimientos y herramientas para desarrollarse los primeros años. Durante su estancia en "Comunidad Infantil" tuvo un buen avance en cuanto al lenguaje, buen desenvolvimiento y una adecuada captación de conocimientos. 

Después lo pasaron a "Comunidad Infantil" y ahí las cosas se nos complicaron. Cambió de guías, cambio de grupo, de materiales de trabajo y también quizá cambio de actitud. Es normal que a todos cuando se nos presenta un cambio  presentamos cierta renuencia por que nadie se quiere salir de su estado de confort, a unos nos cuesta más que otros, pero finalmente nos tenemos que adaptar. Todo el cambio culminó cuando una de las guías de mi hijo me comunicó que notaba algo raro en el aprendizaje de Emiliano, que no retenía información y que además estaba muy distraído. Acompañada de la psicóloga de la escuela me expusieron varios puntos en los que en muchos no estoy de acuerdo, pero en una sólo cosa coincidimos; mi hijo estaba estancado, no lo veía motivado para ir a la escuela, ni con los materiales, siempre trabajaba con lo que le acomodara mejor y tampoco había interés en aprender cosas nuevas. A mi en lo personal me saltaba mucho, porque el Sistema siempre motiva a los niños a aprender mediante la curiosidad innata que poseen los niños. 

Ahí no quedó la cosa, ante tales noticias y aquí cuento mi relato, fuimos a que le practicaran estudios, determinaron que mi hijo simplemente no estaba siendo suficientemente estimulado por ambas partes, obviamente reconozco mi parte. A partir de sus estudios nos recomendaron llevarlo a "terapias de estimulación temprana" que en realidad son como clases personalizadas que atiende necesidades específicas en los niños. Gracias a las terapias y a que nos pusimos las pilas como papás ahora mi hijo se encuentra más motivado, con muchísimas ganas de aprender cosas nuevas, de mostrarme lo que hace, es más capaz de tomar decisiones propias de su edad y de involucrarse en lo que está haciendo, cosa que me tiene muy orgullosa. También y tristemente me dí cuenta de que el Sistema Montessori por más que a mi me guste, en realidad no es lo que mi hijo necesita, de verdad me duele reconocerlo. Aveces creemos que lo que nos funciona a nosotros o creemos que les puede funcionar a nuestro hijos es la verdad absoluta, pero es un tanto egoísta pensar de esa forma; por que no estamos pensando a partir de que somos seres completamente diferentes e individuales sino a partir de lo que creemos puede ser . Creo básicamente que que nuestro principal trabajo como papás es guiar a nuestros hijos de acuerdo a nuestros propios parámetros de valores y creencias, de formarlos pero que en su momento los hijos de alguna forma iran determinando lo que les puede funcionar o no, a mi me llegó en éste momento. 

Éste año le diremos adiós al Sistema Montessori, aún estamos buscando escuelas y mi corazón se resiste un poco, pero también en el fondo sé que es un cambio que mi hijo necesita. He buscado escuelas que están tomando trabajos referenciados en éste sistema y quizá sea lo más adecuado para mi hijo. Emiliano me dice que tiene ganas de aprender muchas cosas y que no le agrada mucho la escuela, yo le digo que será una escuela que a él le gustará y que además quizá tenga equipo de fútbol, ya que a partir de las terapias está con la idea de querer jugar en el Barcelona (Ji ji ji). No hay nada que con amor, paciencia y constancia se pueda lograr y más si vamos de la mano de nuestro hijo. Aunque a mi de repente me venga la idea de pensar que los hijos son como ratitas de laboratorio, que vamos probando muchas cosas con la única diferencia de que si les tejemos unas buenas alas y les enseñamos adecuadamente se convierten en lo que a ellos les haga más feliz. 

Gracias Sistema Montessori, Gracias Idalia, Adriana, Yadhira, Mariana, Dra. Mabel y hasta la psicóloga por abrirme los ojos, por darme la oportunidad de conocerlas, de admirarlas, de mal pensarlas y de que al último coincidimos en que no hay otra cosa más importante para un niño que el amor y el enseñarlos a tomar decisiones que simplemente los hagan felices no perdiendo de vista el crecimiento constante. 

2 comentarios:

Centro la Milpa dijo...

Híjole, no se que decirte, a lo mejor sería mejor conversar má en vivo.

Que bueno que estés buscando lo mejor.

Creo que te queda muy lejos pero te recomiendo mucho Decroly, a mi el sistema Montessori me parece limitado y las escuelas activas mucho mejor, pero no todas.

Puede ir unos días de prueba.
http://decroly.edu.mx/bienvenido_a_decroly_comunidad_educativa.html

Un abrazo.

jagsol dijo...

No hay gran cosa que decir (eso creo), sólo que finalizaste una etapa al igual que el pequeño y deben estar muy contentos los 3 por los aprendizajes vistos y comprendidos... Como no cuento con referencias pedagógicas, psicológicas o maternales ja-ja sólo me resta recomendarte lo de siempre... mantente alerta, "observa y escucha" con atn xq efectivamente ustedes lo llevarán hacia donde él deba ir :) Abrazzzooosss